El Teatro Real De Aranjuez
Teatro Real de Aranjuez
El Real Coliseo Carlos III de Aranjuez, el teatro cubierto más antiguo de España. Diseñado por el arquitecto Jaime Marquet en 1766, por encargo de Carlos III, su construcción fue tan bien acogida que Marquet recibió la petición de proyectar los teatros de El Escorial y El Pardo.
El rey había ordenado desmantelar dos años antes el teatro del Palacio Real, alegando que debía guardarse luto por la muerte de su esposa María Amalia de Sajonia. Pero para entonces la afición a este espectáculo ya había calado hondo entre los cortesanos que acudían a las Jornadas Reales. Esta circunstancia motivó que el rey encargase la construcción de un nuevo teatro en la calle San Antonio, una ubicación estratégica, ya que el telón miraba directamente a la calle de la Gobernación.
El monarca asistió a la inauguración del teatro desde el palco real, donde escuchó las voces de las sopranos italianas Clementina y María Teresa Pellecia.
Desde entonces el Teatro Real de Aranjuez se convirtió en un foco cultural, en el que se representaban óperas italianas, comedias y tragedias españolas, manteniéndose este esplendor hasta principios del siglo XX.
El teatro podía albergar hasta 800 espectadores, aforo que se ha reducido a 348 butacas, ya que según el arquitecto Mariano Bayón, que diseñó el proyecto de rehabilitación en 1990, era necesario mantener el encanto del teatro dieciochesco, pero adaptándolo a la comodidad de los usuarios actuales. El teatro sufrió varias reformas con Fernando VII y Alfonso XII y con la llegada de la II República se transformó en cine hasta su cierre en 1988.
En 1988 el inmueble cerró sus puertas, iniciándose su rehabilitación por Mariano Bayón en diciembre de 1993, con un presupuesto inicial de 569 millones de pesetas (3.400.000 euros), aportado por la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Obras Públicas.
Sin embargo, la aparición de elementos históricos y decorativos con los que no se contaba hizo necesario incrementar la partida, por lo que las actuaciones se paralizaron en 1996 y no fueron reanudadas hasta 2008, esta vez financiadas por el Ministerio de Vivienda, con un añadido de 5.700.000 euros.
La rehabilitación concluyó en 2011 reabriendo sus puertas y recuperando su esplendor y adaptando su programación a los tiempos actuales.